Recordando a la Cerdos & Peces
La primera vez que vi un dibujo mío publicado fue en la maravillosa Cerdos & Peces. Para el adolescente que era yo en aquel entonces fue una alegría inmensa y no fue la única ya que después de ese dibujo publiqué allí un par más. En alguna de mis mudanzas se perdieron tanto las revistas como los dibujos originales. Lo que sí recuerdo es que eran muy explícitos, casi rozando la pornografía.
Es difícil explicar lo fascinante que era esta revista. Quien la haya leído sabrá a qué me refiero. Lo transgresor (esa palabra tan devaluada hoy en día) y lo subversivo de su contenido sería difícil de soportar por la sociedad actual, prisionera de la corrección política y la moralina imperante, temerosa siempre de ofender o incomodar a alguien.
Por el contrario, el objetivo principal de la Cerdos & Peces era ofender, vulnerar la moral pequeño burguesa, reírse de ella y hasta violentarla, a veces inclusive coqueteando con la ilegalidad. Y lo hacía vomitando una bilis de creatividad apabullante, siempre desmesurada, excesiva e hipnótica, a la vez que Argentina recuperaba la ansiada democracia en 1983.
Lamenté su desaparición en aquel momento y celebro su reciente reaparición en un último número de despedida. Es obvio que la Cerdos & Peces («La revista de este sitio inmundo», como rezaba su slogan) fue un producto de su época y no sé cómo habrá resultado el experimento de extrapolarla a la actualidad, pero parece que el objetivo era ayudar a su creador, el gran Enrique Symns, icono de la contracultura argentina, a sobrellevar un momento difícil. Con eso me basta para desearle toda la suerte del mundo.